Fotos y texto de Bernardo Caamal Itzá
Con el pronóstico de una noche fría con algunas lluvias, comunidades mayas como Dzitnup y Xlapak, de Yucatán, al igual que Tihosuco, Saban y Sacalaca de Quintana Roo, se preparan para esta noche y la del próximo 5 de enero, a realizar la Danza de los pastores.
Es una celebración dedicada a la Navidad. Entre los días 24 de diciembre y 5 de enero de cada año, adultos y jóvenes se preparan para este ritual católico, acompañado con la música tradicional mientras que los participantes ataviados con vestuarios y máscaras alusivas a la eterna lucha entre el bien y el mal.

Entre que las comunidades organizan este evento navideño y comparten atoles, arroz con leche y otros, también comparten lo único que tienen: sus alimentos.
Aspirantes a candidaturas de la Elección 2021, políticos y gobernantes y la alta burocracia que tiene la seguridad del alimento en sus mesas, sus bonos, su aguinaldo, sus prestaciones, horas extra, bono de puntualidad llenan sus redes sociales con fotos de sus brindis de costosas viandas.
Aquí, en estas comunidades mayas, gran parte de sus familias afrontan los efectos severos de un virus mortal. Algunas familias no tienen para cenar esta noche.

Charlo con las personas de mayor edad de las comunidades. Dijeron que hasta donde se pierden sus memorias en la remota infancia han participado en este tipo de ceremonias sincréticas, en donde los personajes principales son dos integrantes de la comunidad. Niños, jóvenes y adultos interpretan el papel de “señores”, portando un mascarón de madera y acompañados de “Kisín” (algo parecido al demonio) mientras que otros doce interpretan el papel de los “apóstoles”
Los papeles —Kisín y el de los señores— son muy disputados entre los niños y jóvenes. El evento iniciará a las 9 de la noche; su primera parte concluirá a las tres de la madrugada, y la segunda, al amanecer.

La Danza de los Pastores recorre las principales calles y casas de la comunidad. La ceremonia se realiza en la capilla y en sus inmediaciones, en donde en la iglesia se encuentra el pesebre simbólico con techo curvo hecho de ramas de palma; de él cuelgan globos de todos colores y naranjas y se adorna con guirnaldas; y cerca de ahí, se coloca una mesa en donde hacen las ofrendas para María, José y al Niño Dios.

Y esta noche será irrumpido con el repicar especial de las campanas de la capilla, el tambor y el cilindro, y que, al interpretar los aires regionales o el torito, hacen que dancen estos personajes principales.
Durante la ceremonia nocturna, no podría faltar el rezador y los músicos, cada uno conocedor de sus propias funciones, hacen de este evento comunitario, una noche muy especial.

En años anteriores, observamos la forma en que participan la comunidad, en donde se ubican a las cercanías de la entrada principal de la capilla, la gente de la comunidad con velas en la mano, niñas, las más jóvenes y adultas, observan la danza y sólo se ríen cuando al Kisín “lo tumban los señores” al finalizar con una pieza clásica de la jarana yucateca: el torito.

Así que, de esta forma, comunidades mayas de la región Cruzo’ib celebrarán la Navidad sin costosas inversiones porque entre todos hacen la “cooperacha” para el arroz con leche, manjar dulce que se reparte a los presentes. Entre tanto, son fechas especiales entre la gente de estas comunidades, quienes se reúnen para compartir sus experiencias en la milpa y en su vida comunitaria.