Texto y fotos: Alejandro Moreno Peña.
Por la pandemia, 78 locales de la Gran Plaza bajaron sus cortinas definitivamente y de los 280 establecimientos sobrevivientes abre el 72.1 por ciento a la mitad de su capacidad por las restricciones sanitarias en ese complejo meridano con un cuarto de siglo, reporta su gerente Marco Antonio Hernández Corro.
–Independientemente de la pandemia, siempre el primer trimestre del año es flojo pero ahora está muy marcado. No hay una comparación con el primer trimestre de 2020 cuando abrieron sus puertas las plazas La Isla y Harbor.

Ubicado en la salida a Progreso, al norte de Mérida, sólo tiene permitido trabajar con el 50 por ciento de clientes, ocupar la mitad de bancas de descanso, sillas y mesas en la zona de alimentos y bebidas.
Hernández Corro señaló que Gran Plaza tiene un estricto protocolo sanitario: en sus cinco puertas de acceso es indispensable el lavado de manos, toma de temperatura y aplicación de gel desinfectante.

Este protocolo ha permitido que la gente visite la plaza con confianza, aunque desde la pandemia se le ha impedido el acceso a poco más de 100 personas que no usan cubreboca o incumplen el protocolo sanitario.
Sólo se permite el acceso de una persona por familia en los supermercados y tiendas departamentales como Soriana, Sanborns y Sears, donde el aforo se mide en relación con los metros cuadrados de cada establecimiento.
Se permite la entrada de grupos no mayores a cuatro personas y el uso obligatorio del barbijo.

La Gran Plaza se maneja por un régimen de condominio, lo que permitió a más locales sobrevivir a la contingencia sanitaria. Los pagos puntuales de mantenimiento de parte de sus inquilinos permitió mantener el ejército de seguridad y limpieza.
Hasta el momento, cuatro empleados han presentado síntomas del virus pero ninguno ha resultado grave. La detección de esos casos fue gracias a la aplicación de pruebas rápidas.

El entrevistado dijo que por medio de sus redes sociales internas ha destacado el compromiso y el trabajo del personal de limpieza y seguridad, lo cual debería de ser extensivo a otras plazas y centros comerciales.
Conforme avance el programa nacional de vacunación y baje el número de contagios, se tiene confianza en la reapertura de locales, aunque 30 de los 78 que bajaron su cortina en la contingencia anunciaron que se fueron a la banca rota.
El horario de la Plaza es de las 11 a las 21 horas, pero la gran mayoría cierra a las 20:00 horas, para no dejar a sus colaboradores sin servicio de transporte público.